¿Por qué nos gusta tanto la naturaleza?
Por muchas razones, pero sobre todo porque cuando la respetamos, siempre nos lo devuelve.
Basta pensar en las miles de propiedades beneficiosas que las plantas, raíces, hojas, frutos y flores nos aportan cada día, quizá en forma de infusiones y tisanas.
Tomar una taza con una infusión caliente entre las manos es un auténtico ritual diario, un pequeño espacio que nos dedicamos a nosotros mismos y que hace que la estación fría sea más relajante y “llevadera”. ¿Qué más se puede pedir?
He aquí, pues, las tres infusiones más adecuadas para la estación fría.
Infusión de jengibre, la bebida exótica para combatir las dolencias invernales
Ideal para dar un toque oriental a su día, la tisana de jengibre, con su sabor exótico y ligeramente picante, también tiene un efecto tonificante inmediato.
¿Cómo prepararlo? Poner 250 ml de agua en un cazo y llevar a ebullición. Añadir tres rodajas de jengibre y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Vierte la infusión en una taza junto con un chorrito de limón y una cucharada de miel.
Las infusiones de jengibre ayudan a resolver problemas digestivos, combatir la fiebre y la tos, equilibrar la flora bacteriana y combatir las náuseas.
Infusión de diente de león para depurarse
También conocido como “diente de león”, el taraxacum es la flor de la planta del mismo nombre que crece silvestre en nuestros prados. Seguramente la habrá visto, también es capaz de florecer en entornos urbanos.
Para preparar una buena tisana, puedes recurrir al extracto liofilizado o utilizar las hojas o las raíces secas; en las herboristerías encontrarás de todo.
¿Por dónde empezar? Picar 25 g de hojas frescas o 15 g de raíces y ponerlas en remojo en 1 litro de agua a temperatura ambiente. Llevar la mezcla a ebullición durante 10 minutos y colar. Puedes consumir hasta tres tazas al día.
Además de la agradable sensación de calor, el diente de león tiene un importante efecto diurético, drenante y depurativo, en particular sobre el hígado.
Infusión de melisa
¿Quién no pasa por un momento un poco estresante?
Pues bien, en esos casos, la infusión que necesitas es la melisa, una planta exuberante y fácil de cultivar cuyas propiedades pueden ayudarte a encontrar un poco de relajación al final de un día turbulento.
Preparar la infusión es sumamente fácil: basta con picar las hojas y utilizar 5 g por persona. Póngalas en una taza, vierta agua hirviendo sobre ellas y déjelas reposar unos 10 minutos. En este punto, todo lo que tienes que hacer es colar la mezcla y disfrutarla con una cucharadita generosa de miel.
La infusión de melisa tiene propiedades digestivas, relajantes y estimulantes, y ayuda a aliviar el agotamiento y el insomnio.
Foto credits: Top Jack Kennard, Zenzero Chiot’s Run, Melissa KaiMartin