Un poco de verde en casa o en los espacios donde se pasa la mayor parte del día es bueno para la vista y el ánimo, sobre todo en invierno.
Además, las plantas, ya estén en el suelo o colgadas, siempre dan un toque de calidez incluso al ambiente más formal.
Por supuesto, en la estación fría tienen necesidades especiales, ya que deben evitar las fluctuaciones de temperatura y garantizar una cantidad adecuada de luz y humedad.
Pothos (Scindapsus Aureus)
La planta perfecta para los perezosos y los que no tienen pulgar verde.
Trepadora y frondosa, crece incluso en condiciones de poca luz. Pero si está bien expuesta y enterrada con tierra abonada, llena la habitación con una cascada de grandes hojas ovaladas, verdes o moteadas de blanco.
Muy fácil de reproducir, para darle un aspecto más frondoso, basta con desprender una pequeña rama y ponerla en maceta, manteniéndola húmeda; pronto echará raíces y empezará a crecer, ofreciendo nuevas hojas.
Anthurium (Anthurium Andreanum)
Planta de formas elegantes, es perfecta para decorar el salón con sus largas hojas brillantes y sus delicadas flores.
Originaria de América Central y del Sur, se adapta perfectamente a las temperaturas de nuestros hogares.
El Anthurium necesita un lugar luminoso, pero no expuesto directamente a la luz solar. Debe regarse con regularidad y abonarse si es necesario.
Recuerde trasplantarla cada dos o tres años, siguiendo el desarrollo natural del tamaño de la planta, que puede alcanzar más de un metro de altura.
Kalanchoe
Una planta pequeña, pero de gran rendimiento decorativo.
El género cuenta con unas 150 especies, pero la más común en nuestros hogares es la Kalanchoe Blossfeldia, una pequeña planta perenne con grandes hojas verdes carnosas y densas rosetas.
Le gustan las zonas luminosas, incluso la luz solar directa durante unas horas al día.
Si se cultiva en un suelo bien drenado, liberado de las partes que se secan y quizás enterrado utilizando tierra mezclada con la de las suculentas, puede vivir mucho tiempo y crecer hasta 20/30 cm.
Begonia (Begoniacee)
De origen tropical, aquí está muy extendida en la variedad Begonia Rizomatosa, que se adapta perfectamente a las macetas pequeñas.
Le gustan los ambientes luminosos, sin luz directa. No le gusta la tierra húmeda, por lo que se recomienda regar una vez a la semana.
Dado su tamaño, puede colocarse en una estantería o escritorio, incluso en los espacios domésticos más reducidos.
El delicado aroma de sus flores se recomienda para favorecer la relajación.
Bengiamino (Ficus Benjamina)
Un trocito de bosque en casa, el Ficus.
Originario de las tierras de Asia y Oceanía, en estado salvaje alcanza los 30 metros de altura, con un follaje frondoso y raíces muy extendidas.
En el interior, si está bien expuesto, también crece hasta más de 2 metros, creando un arbusto de color verde brillante.
Es una planta de hoja perenne a la que le encanta la luz, pero no la exposición directa al sol, y que no teme los 20/22°C que puede haber en un espacio habitable.
Crece de forma constante y debe trasplantarse en cuanto las raíces nudosas emerjan de la tierra. Evite el estancamiento de agua. Podar de vez en cuando para dar forma al follaje.
En general, para las plantas que viven en nuestros hogares, es necesario recordar que las condiciones deben recrearse lo más cerca posible de un entorno natural y templado: sufren tanto el calor directo como las corrientes de aire, el riego no debe ser excesivo y la capa superior del suelo debe revisarse constantemente para que no albergue moho por estancamiento. Por último, recuerda abonar tus plantas de vez en cuando.
Credits: ProBuild Garden Center, Thangaraj Kumaravel, Quimbaya, coniferconifer, Andy / Andrew Fogg.
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